viernes, 10 de abril de 2009

UNIFICACIÓN DE BLOGS (III): CINES CON ZONA VIP

Vaya... se nota que cuando escribí esto estaba muy cabreada. A veces me dan rebotes similares, y creo que en cierto modo es bueno. El mundo está lleno de injusticias, y ésta es sólo una de tantas, una de las más nimias, pero que nos hablan con mucha claridad de la clase de sociedad que estamos construyendo, una sociedad basada en el vil metal, que nos mide por lo que tenemos, no por lo que somos. Así que ahí va mi tercera entrega de unificación de blogs. Por cierto, desde entonces no he vuelto al cine que menciono, así que he cumplido mi promesa. No sé cómo andarán las cosas por allí, y si a raíz de la crisis han eliminado esos absurdos elitismos, pero soy de la opinión de que si todos arrimáramos el hombro y nos diera por boicotear iniciativas como ésa, pronto las omnipotentes empresas tendrían que dar marcha atrás. En nuestras manos está, en tiempos de crisis, y también en épocas de vacas gordas.


CINES CON ZONA VIP



0,50 céntimos. Ésa es la diferencia entre un espectador normal y un "espectador muy importante", o lo que es lo mismo, una "persona muy importante", pues ése es el significado de las siglas VIP (Very Important Person). No sé cuándo surgió este término, ni cuándo comenzó a utilizarse masivamente por ahí. Lo confieso, al principio no tenía ni idea de lo que significaba, pero eso de "Entradas para la zona VIP en el concierto de ..." me olía a chamusquina.


El término es un insulto a la dignidad y a la inteligencia. Podría escribirse VRP (Very Rich Person) y todos quedarían mejor, porque aunque es una realidad - más o menos triste, ahí cada cual según su ideología - que hay personas más ricas que otras, no veo de dónde se puede sacar que existan personas más importantes que otras. Sigo prefiriendo con mucho el cartelito de RESERVADO que en algunos lugares se pegan en los sitios de honor, aunque sea lo mismo al fin y al cabo.

Pero no escribo este artículo para comentar o criticar el término VIP, aunque se pudieran escribir libros enteros denostándolo, sino para llamar la atención sobre la irrupción de las zonas VIP en el cine. Hace ya algunos meses fuimos al cine en Murcia, en el Centro Comercial Nueva Condomina. Al pasar por taquilla, la chica que nos atendió nos ofreció entradas de la Zona VIP. Quedé un momento fuera de juego, tanto que volví a preguntar, para asegurarme de haber oído bien. Pagué muy mosqueada una entrada normal (al normalísimo precio de 6 €, que según me informó una amiga que tiene más mundo que yo, es barato en otras capitales españolas) y la sensación de incomodidad no se me fue en toda la tarde. Miré con auténtica rabia las tres o cuatro filas, totalmente vacías, de la zona VIP. Pues sí, era cierto: las mejores filas del cine desaprovechadas porque están reservadas para gente muy importante.

Para los ingenuos que se estén poniendo rojos de cólera al leer estas líneas, he de informarles que zonas excepcionales en los cines han existido siempre. En el cine de verano del pueblo de al lado había unas mesitas con sillas blancas de plástico preferibles a las duras butacas de hierro del resto. Todo el mundo se mataba, en sentido figurado, por las sillitas blancas, pero para acceder a ellas había dos únicas soluciones: o llegar muy temprano, cuando el sol aún no se había ocultado, o que algún pringao llegase muy temprano para guardártelas (he tenido más de una discusión con estos vigilantes acaparadores de sillas), pero el caso es que el criterio era, simple y llanamente, llegar el primero. Un criterio simple y, para mi entender - exceptuando la figura del pringao guardasillas - el más justo. Quieres un buen sitio: estupendo, llega antes. Todo cinéfilo ha experimentado la alegría de comprar entradas centradas para las filas 7, 8 o 9 - suelen ser las mejores - porque "Al que madruga, Dios le ayuda" y punto. Pues no, ahora puedo llegar la primera, con varias horas incluso para comprar entradas para un estreno, pero ni Dios podrá ayudarme a conseguir una butaca centradita, a no ser que eche mano del descaro y me siente en una si las veo libres.
Otro término que ha crecido en estos tiempos tanto o más que el de "VIP" es el de "MILEURISTA", persona generalmente joven que gana menos de 1000 € al mes en un trabajo precario con un contrato temporal y que a duras penas puede llegar a fin de mes. Mi pregunta es: ¿Cómo se las arregla un mileurista para ir al cine en estos tiempos? ¿De verdad es justo que una persona más rica llegue y por su dinero sea considerada "más importante" y se siente en las zonas guays del cine? No sé, a mí el más elemental sentido de la justicia me dice que no. Me da la risa amarga al imaginar el estreno de "Titanic", "El señor de los anillos" o "La guerra de las galaxias" en una sala con zona VIP: gente apiñada hasta en la fila primera, dejándose el cuello en el intento por verle el cogote a Gandalf - el de Frodo es más accesible, cosas de ser un hobbit - o cogiendo una tortícolis de miedo por seguir el vuelo de la nave de Anakin Skywalker mientras las filas 7, 8 o 9 están semidesiertas o repletas de gente que ha accedido a pagar más para ver el estreno mientras maldice a la empresa de cines, al sistema o a quien se le cruce en esos momentos.

¿Qué razones existen para reservar una zona en un cine a las personas muy importantes? El dinero, por supuesto, o tal vez un intento de dignificar el cine y equipararlo al teatro, dirán algunos. De todos modos, en el teatro te cobran más por una butaca de patio que por el anfiteatro, y más por una butaca de la zona preferente que por una butaca de patio, ¿por qué no? De todos modos, es una empresa privada y puede hacer lo que le venga en gana... Imagino que sí, para eso está el "bendito" neoliberalismo. Pero no me convence: el cine siempre ha sido un espectáculo más popular que el teatro, más para la gente común, que se va con la familia o los amigos a ver el cine de verano de doble sesión con el bocata de chorizo y unas cervezas para disfutar más de la película. Que el precio de las entradas suba me puede parecer bien o mal, pero que se reserve la mejor parte de la sala para quien pueda pagar más, me parece indignante. En fin, la mejor manera para que las salas de cine estén cada día más vacías. Yo, por mi parte, no pienso entrar en ese cine con zona VIP. Esperaré a entrar en otras salas o a que la peli salga en DVD. Cuando el ejemplo cunda y en todas las salas haya una zona para "gente muy importante", ya veré lo que hago. Mientras tanto, se admiten sugerencias.

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